El director del centro Casablanca ha dado una visión
totalmente distinta de la que tenemos de un centro docente normal. Nos ha
adentrado a un colegio donde además de dar las áreas obligatorias y esenciales
para el aprendizaje y conocimiento de las materias, además les enseñan valores
y actitudes que por motivos externos al centro estos niños no pueden tener, ya
sea por falta de interés de los padres hacia ellos o simplemente porque el
padre, madre o tutor no tenga acceso a ciertas cosas en la vida.
Destaca y hace bastante hincapié en el absentismo escolar,
donde es consciente de que quizás las autoridades frente a este tema no hacen
todo lo que podrían para minorizar este número elevado de absentismo.
Además de dar las clases que corresponden a los cursos en
los que están los alumnos, imparten clases a los padres para que puedan ayudar
a sus hijos en las tareas y para que su nivel de cultura aumente.
Este centro da respuesta también a las necesidades
personales de cada uno dando alimento ya no solo a los propios alumnos sino
también a sus familias que tienen unos ingresos escasos o incluso en ocasiones
es de 0 euros.
Ante todo lo que este director del centro nos muestra es que
por muy malas que sean las condiciones o por muy difícil que sea el camino
nunca debemos de rendirnos y que mientras tengamos ganas todo se supera.
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